lunes, 19 de diciembre de 2011

El ambiente vivido tanto en la redacción como en el periódico fue totalmente normal, no existió presión política alguna que obstaculizara la libertad de expresión y opinión. Hay que tener en cuenta que la dictadura había acabado, y por tanto la libertad de prensa era total. Dentro del DEIA todo el proceso se vivió con mucha intensidad, la plantilla del periódico puso mucho empeño en que la información fuese veraz, clara y transparente en todo momento.

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